La Galerie Chapleau se complace en acoger una nueva exposición dedicada al pintor Jacques de Maillé.
Con motivo de 50^e Aniversario de su muerte, la ciudad de Croisic acoge una vez más las obras de Jacques de Maillé. Esta vez, la exposición presenta los magníficos paisajes de Croisic y de la península evocando al mismo tiempo la pasión del artista por la Marina y los transatlánticos, sin olvidar Bretaña.
La acuarela es una de las disciplinas más difíciles porque no tolera ningún arrepentimiento ni corrección. Jacques de Maillé lo sabe muy bien y esta exposición hará las delicias de los amantes del mundo del mar y de Bretaña a través de los ojos de un artista excepcional, poco conocido en vida.
Agradecemos a su hija Christine de Maillé por confiar nuevamente en nosotros y por compartir con el público la pasión y el talento de su padre, que falleció demasiado pronto.

biografía
Jacques de Maillé nació el 25 de noviembre de 1915. Vivió en Batz-sur-Mer (entonces Bourg de Batz) hasta los 12 años. Estos años en Batz están en el origen de su pasión por el Océano y por Bretaña. Desgraciadamente, muy miope, nunca pudo realizar su sueño de incorporarse a la Armada Nacional.
Compensó esta frustración con una inmensa obra centrada principalmente en Bretaña, los edificios de la Armada Nacional, transatlánticos, cargueros, veleros, etc.
Comenzó sus estudios de Derecho en Nantes, interrumpidos por la guerra. Inicialmente estuvo en el frente en Rethel, luego estuvo cautivo en un stalag en Alemania. Antes de que el conflicto empeorara, los alemanes notaron su talento y, por increíble que fuera, lo hicieron exhibir. Poco después, las condiciones de cautiverio eran pésimas y, tras la Liberación, su estado de salud era paupérrimo.
Después de su matrimonio, se instaló en Lyon, donde vivía su esposa. Sin título, trabajó como decorador (sets de cine, de ópera, pubs, etc.). Cada año expuso en el Salón Marino de Lyon. Fue presidente de honor de la Asociación de Pintores Aficionados de Lyon y recibió el primer premio de Bellas Artes a los 58 años, en su lecho de muerte.
de Lyon. Fiel a Batz, su amado país, nunca dejaba de regresar allí al menos una vez al año y por nada del mundo no habría renunciado a la invitación de asistir al lanzamiento de Francia en las gradas.

Entrada libre. De miércoles a domingo (incluidos festivos). Una obra está disponible a la venta en la galería Chapleau.